El diseño y la estructura son unas de las claves del buen funcionamiento de una página web. Un portal bien estructurado, limpio, con un orden lógico y acorde al contenido que se quiere presentar obtiene mejores resultados en lo referido al público, cuya experiencia con la navegación mejora; un factor que tiene repercusiones muy positivas en varios aspectos.
El usuario accede a muchos sitios web a lo largo del día y desde diferentes dispositivos electrónicos. Se ha convertido en un sujeto activo que exige una calidad en la navegación porque tiene conocimientos y cada vez más ejemplos para comparar. Por ello, cada vez es más importante organizar el contenido de una determinada manera, siempre pensando en la usabilidad para el internauta. Este busca comodidad y sencillez cuando visita un portal de manera qué pueda encontrar la información que busca o realizar aquella acción que necesita de forma rápida y sencilla.
Un buen diseño también es importante para que la tasa de rebote sea baja, es decir, el porcentaje de visitantes que abandonan el sitio en la primera página. La cantidad de portales en Internet es cada vez mayor, por lo que si la primera impresión no es positiva, probablemente habrá otro lugar en el que encuentre la comodidad. La programación web no puede pasar por alto esta indicación.
La correcta estructuración de una página web, además, es uno de los puntos que se valora positivamente en el posicionamiento de Google; y este factor es muy importante para el crecimiento de una empresa. Los algoritmos identifican los diferentes apartados organizativos y así se los muestra a los internautas. Plataformas como WordPress cuidan al detalle este aspecto. El diseño es otro factor determinante al respecto, pues desde los buscadores se penaliza la no adaptación al formato de teléfono móvil. Son algunos ejemplos de referencias que se deben tener muy en cuenta a la hora de desarrollar una página web.